¿Cuántas veces te ha tocado despedirte de alguien a quién
quieres?
Existen muchas personas y lugares
que vivirán por siempre en nuestro corazón, pero tal vez no en nuestras vidas.
Hace algunos meses una persona me preguntó qué era lo que no me gustaba en esta
vida, al principio no supe responder, porque según yo soy tolerante, pero aun así, respondí que no me gustan las mentiras y
que me hagan esperar por razones como la impuntualidad; como bien dicen por ahí
“La impuntualidad es un ladrón de tiempo”, pero volviendo al tema y después de
hacer un análisis en mi vida, he llegado a la conclusión que de verdad hay algo
que no me gusta y podría decir que odio, pero como no me gusta utilizar esa
palabra, continuaré con la anterior, NO ME GUSTAN EN LO ABSOLUTO LAS DESPEDIDAS,
tal vez debería ser más fuerte, pero somos SERES HUMANOS y SENTIMOS, decir
adiós o hasta luego, puede volverse muy difícil cuando se trata de decirlo a
alguien a quien quieres.
Por ejemplo:
Terminar una relación con una persona
con la que tuviste y compartiste buenos momentos es HORRIBLE, pero muchas veces
necesario, en el momento cuando la situación aún es reciente, en verdad creemos
que ya no habrá nadie más, pero bueno ¡De Amor nadie se ha muerto!, la madurez
y el tiempo son los mejores aliados en estos casos y claro, los amigos y
almohadas también.
Existen también las despedidas
familiares o cuando algún ser querido se
adelanta a descansar para siempre y utilizo éste término, porque al final para
allá vamos todos. Esas despedidas son demasiado tristes, fuertes y dolorosas,
ese día de partir no sabemos cuándo llegará y por eso dentro de nuestra
familia, hogar o personas a quien decimos querer mucho, no basta sólo con eso,
con decir, en verdad hay que demostrarlo con hechos, porque aunque pueda sonar
exagerado, no sabemos si vamos a regresar con bien o si ellos aún estarán
cuando nosotros volvamos, por eso no vayas a dormir o no salgas de casa enojado
o con algún miembro de tu familia.
¡Nunca se sabe!
Dentro de las despedidas
familiares también existen algunos casos en los que por alguna razón algún miembro
de la familia tenga que dejar la casa o alejarse de la familia por diversas
razones, “Se casa, decide hacer su propia vida, se va a estudiar a otro estado
o país, etc.”, pero TENEMOS QUE ACEPTAR que es la “Ley de la Vida”, que todos
tenemos sueños personales y que eso no es razón para querer menos; como bien
dice un proverbio “Los padres nos dan raíces para crecer y alas para volar” a
éste proverbio cada quién le hace sus modificaciones de acuerdo a su situación,
en mi caso yo digo que mi familia (las personas que están en mi hogar) son
quienes me han dado las raíces necesarias para crecer. Hay que reconocer que
las comidas de casa y el calor que te ofrece el HOGAR es lo que más se extraña.
Y bien, también existen las
despedidas con amigos o personas que elegimos que entren a nuestra vida y
también se tienen o nos tenemos que alejar algunos días, meses o años con la
promesa de volver y algunos otros con fechas inciertas pero prometiendo un “Hasta
Luego”, pero debido a las grandes distancias que existen y fronteras que el
mismo ser humano ha puesto, todo eso hace difícil el “Reencuentro” y por lo tanto más triste la despedida también,
y es que los amigos se convierten en
personas muy especiales para nosotros, porque como ya lo dije antes, son
personas que elegimos para compartir, tiempo, aventuras y simplemente momentos
inolvidables.
Al escribir esto, es inevitable
sentir nostalgia, porque en mi mente y corazón existen todas estas personas que
me inspiraron a escribir esto y que por supuesto, nunca saldrán de aquí.
Tal vez tú, al leer esto, pienses
en las personas con las que te ha tocado decir adiós o quizás un “hasta luego”
y tengas tus propios pensamientos o
ideas al respecto. Muchos otros (los más fríos) dicen que por eso NO AMAN,
porque luego, el decir adiós duele mucho, pero yo te quiero recordar algo, “Despedirnos”
nos guste o no, es algo que tenemos que hacer algún momento de nuestras vidas y
lo debemos tomar como lo que es.
Así que, aunque seguramente ya lo
has leído antes, no olvides: VIVIR cada día como si fuera el último, AMA
intensamente, colecciona RECUERDOS, los suficientes para llevar con nosotros y
tener un corazón satisfecho y lleno de amor (que dicha), abraza, sonríe y sobre
todo ¡VIVE!, es lo mejor que podemos hacer. Lo que se siembra, se COSECHA, por
eso siembra MUCHO AMOR en cada una de las personas que te nazca hacerlo y aunque algún día tengas que despedirte o
despedir, es mucho mejor RECORDAR y ser RECORDADA (O) con momentos de felicidad
y amor que lo contrario, y también por mucho o poco que duela, eso al final va
a pasar, el tiempo se convertirá en tu mejor aliado.
Además si una persona se puede
quedar en tu corazón y tal vez no cerca de ti (no precisamente una relación amorosa
que muchas veces la comunicación acaba) recuerda que existe La Tecnología y
facilita la comunicación, pero NO PERMITAS que te aleje de quienes te rodean.
Nunca dejes de Amar.
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